by DAKOLUB DAKOLUB

El proceso productivo del aceite de oliva está cada vez más mecanizado. La maquinaria que se emplea en la industria del olivar, desde la recolección del cultivo hasta la transformación de la aceituna, exige el uso de lubricantes atóxicos que otorguen seguridad alimentaria al proceso y responda a las exigencias de la normativa en materia de productos destinados al consumo alimentario.

Al contrario que sucede con otros tipos de productos alimentarios e, incluso, con otros tipos de aceites procedentes de semillas, la industria del olivar gestiona un fruto sin cáscara, cuyo aceite se extrae en diferentes procesos. En primer lugar, por extrusión en frío y no por procedimientos de extracción química.

Esto significa que los frutos pueden entrar en contacto con lubricantes, ya sean por pérdida o exceso de lubricación, durante las fases previas al embotellado del aceite, es decir, en la recogida, el transporte del cultivo a la almazara o en el proceso de transformación de la aceituna en zumo de aceite.

Olivar

Desde los vibradores de tronco, hasta las bombas de trasiego de subproductos, existen múltiples puntos o elementos mecánicos que pueden entrar en contacto con los lubricantes, durante las fases de producción del aceite de oliva.

LUBRICANTES ATÓXICOS DE ORIGEN VEGETAL

Aún siendo mecanismos extremadamente sofisticados y seguros, presentan un riesgo de contaminación, ya que, por un lado necesitan lubricantes para funcionar correctamente y, por otro, el propio uso del equipo genera un desgaste en los sistemas de retención.

Precisamente, para dar respuesta a este problema y evitar el riesgo de contaminación al que puede estar expuesto el cultivo, la normativa exige el uso de lubricantes atóxicos y calidad H1, al tratarse de equipos que están presentes en la industria alimentaria.

A todo esto se une que, en la industria olivarera, es necesario que el producto final no contenga ni trazas de hidrocarburos ni parafinas, componentes que se aporta accidentalmente al aceite por roturas o exceso de lubricante de los equipos mecánicos que se utilizan en las fases de recolección, transporte o elaboración del aceite de oliva.

La presencia de trazas de hidrocarburos o parafinas en el aceite de oliva puede generar el rechazo en lotes completos de fabricación o rebajar la calidad de un producto excepcional AOVE a uno lampante, con la consiguiente merma económica para la producción, entre otras consecuencias negativas.

Para solucionar este problema y garantizar la seguridad alimentaria en la elaboración del aceite, se han desarrollado grasas y aceites específicos que dan respuesta a estas nuevas demandas y exigencias de la industria olivarera.

GAMA DE LUBRICANTES OLV DE QUAKER HOUGHTON

Se trata de la gama de lubricantes atóxicos H-1 de origen vegetal, que incrementan la seguridad alimentaria en el proceso de producción del aceite, evitando el rechazo de lotes y, por tanto, reduciendo a cero cualquier riesgo de contaminación.

Estas grasas y lubricantes atóxicos de origen vegetal están en el mercado gracias a Quaker Houghton  y de Verkol (que pertenece a la primera) que en colaboración con institutos y universidades españolas de prestigio, ha desarrollado una gama de aceites que permiten aumentar la seguridad alimentaria del aceite de oliva.

Dentro de esta gama, se encuentra los aceites Vesta OLV-46 y 68, la grasa Verkofood OLV-12 y VERKOGEAR OLV 220 y 320 , productos que responden al 80% de las necesidades que tienen los agricultores, maestros de almazaras y otros profesionales del sector, evitando a cero el riesgo de contaminación.

Quaker Houghton

Esta línea incluye lubricantes de diferentes viscosidades y con las características adecuadas para asegurar el rendimiento óptimo de la maquinaria que se emplea para la recolección, transporte y transformación de la aceituna, además de aumentar la seguridad alimentaria en los procesos de fabricación del aceite de oliva.

En Andalucía y Extremadura, Dakolub distribuye en  exclusiva esta gama de lubricantes atóxicos de origen vegetal. Nuestra empresa trabaja, junto a algunas cooperativas andaluzas, en la concienciación de los profesionales del sector para avanzar y mejorar la calidad de aceite de oliva.